Terminamos otra temporada de lecturas verdes haciendo un repaso de nuestras recomendaciones de los últimos…

Nuestros amigos los Buitres
Desde hace un tiempo son más las noticias de los ataques de los buitres al ganado, sin embargo, esta especie en concreto esta muy especializada en alimentarse de carne en proceso de descomposición, así que, es improbable que puedan atacar y matar a un animal, a no ser que sea de darle un susto (por estrés), bromas a parte, la verdadera cuestión que nos tenemos que plantear es, cual es el verdadero motivo, del nuevo movimiento rural, de ataques al buitre?, la razón es obvia, hace 10 años, tras la enfermedad denominada “de las vacas locas”, surgieron una serie de normas alarmistas, que consistían en que todo ganadero tuviese que tener un seguro de recogida de animales muertos, se echaban en un contenedor, los recogían, pasaban por el veterinario (y si era por muerte natural y no por enfermedad), se llevaban al muladar (en caso de que existiese uno cercano). Esto supone un alto sobrecoste, que ha producido en los ganaderos un resentimiento hacia estos animales.
Sin embargo, por fin la UE, se ha dado cuenta de la necesaria relación de convivencia del medio rural (agricultura y ganadería) con su entorno natural, y ha rectificado la legislación.
El pasado 26 de Febrero, entro en vigor el REGLAMENTO Nº 142/2011 (publicado en el Diario Oficial de la UE), en cuyo Anexo VI – Capitulo II – Sección 3, titulado “Alimentación de animales silvestres fuera de los comederos”, dictamina que se autoriza tirar cuerpos enteros o partes, de los animales muertos, para alimento de los animales silvestres, sin la previa recogida de estos, es decir, directamente. Las condiciones que se estiman son lógicas, será necesario un control periódico del ganado por un veterinario (lo cual se hace de normal) y la zona de alimentación no deberá extenderse a zona de ganadería intensiva.
Directiva en : http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=OJ:L:2011:054:FULL:ES:PDF
Firmado: Rafael Bernal – Licenciado en Ciencias Ambientales.
Fotografía de Antonio Camoyan (CENEAM-MMA)
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