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Temperaturas extremas y pobreza energética: cuando el cambio climático puede afectar a nuestra salud

Temperaturas extremas y pobreza energética: cuando el cambio climático puede afectar a nuestra salud

Del 17 al 23 de febrero tiene lugar la Semana contra la Pobreza Energética. Según un reciente informe de la Asociación de Ciencias Ambientales, 5 millones de personas en nuestro país no pueden permitirse un suministro de energía suficiente en sus viviendas. La llegada del invierno acentúa este problema de un modo dramático: solo imaginemos que no hubiéramos podido encender la calefacción de nuestra casa durante las olas de frío que hemos vivido en las últimas semanas.

Fue durante la crisis económica de la última década cuando empezamos a oír hablar de un problema que, a pesar de las medidas adoptadas, sigue causando estragos. En Pobreza energética: alcance y protección constitucional, Francisco Manuel Silva Ardanuy explica el contexto en el que se suele producir, motivada por el aumento de la pobreza, la subida de los precios de la energía y la falta de eficiencia energética de muchos edificios. También hace un repaso de las normas y programas que se han puesto en marcha para hacerle frente, tanto a nivel europeo como dentro de nuestro país, principalmente en municipios y autonomías.

Y es que a pesar de la complejidad del problema en su conjunto y del marco regulatorio en particular, se hace necesario intentar dar salida a la situación de miles de familias. Quizá podamos entender mejor la gravedad y las consecuencias de esa falta de confort climático con el libro Temperaturas extremas y salud: cómo nos afectan las olas de calor y de frío, elaborado por un equipo de investigadores del Instituto de Salud Carlos III.

En él nos explican qué son exactamente las olas de calor y de frío y cómo pueden agravar diversas enfermedades, en especial en colectivos vulnerables, hasta el punto de provocar un aumento de la mortalidad. La alerta sobre este asunto también vino a raíz de otro acontecimiento de gran repercusión mediática: la ola de calor del año 2003 en Europa que provocó miles de muertes prematuras.

En el libro también se analizan los planes de prevención adoptados para hacer frente a las temperaturas extremas y se proponen medidas para mejorarlos, siempre en el campo de la salud pública. Por último, nos recuerda que el aumento de los fenómenos climáticos extremos es consecuencia del cambio climático, un motivo más para luchar por su mitigación lo antes posible.

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