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Balance general de la bicicleta pública en España

El libro de la semana: Balance general de la bicicleta pública en España

Corominas, Xavier (dir.); Anaya, Esther; Castro, Alberto. Balance general de la bicicleta pública en España. Barcelona: Fundación ECA Bureau Veritas, 2012. 155 p. Sign.: 26.2 ANA bal. Texto completo

En muy pocos años la bicicleta se ha convertido en un medio de transporte significativo en las ciudades españolas, sobre todo a raíz de la implantación de sistemas de bicicletas de uso público. Ha sido un cambio repentino y algo improvisado, hasta el punto de que todavía no se ha resuelto la relación entre bicicletas y zonas peatonales: muchos peatones se enfadan cuando en ocasiones ven invadido el espacio en el que tienen derecho a moverse con tranquilidad por parte de ciclistas que quizá desconocen las normas de tráfico que afectan a sus vehículos. Las propias asociaciones de ciclistas ya están tomando parte en iniciativas que tratan de evitar que el problema vaya a más.

Y es que todo parece indicar que la bicicleta va a quedarse entre nosotros por mucho tiempo, ya que constituye una excelente alternativa para conseguir una movilidad urbana más sostenible y que contamine menos el aire de las ciudades, objetivos que persigue la celebración de la Semana Europea de la Movilidad, que bajo el lema “¡Muévete por un aire más limpio!”, se está celebrando este año del 16 al 22 de septiembre, y en la que participa Zaragoza con la adopción de un compromiso relacionado con la movilidad urbana.

Pero, ¿cómo funcionan los sistemas de bicicletas de uso público y cuál es su situación actual? Es lo que trata de aclarar el Balance general de la bicicleta pública en España, elaborado desde la Fundación ECA Bureau Veritas, donde se analizan los sistemas existentes en varias ciudades y se hace un repaso tanto de los beneficios que estos sistemas traen consigo, incluidos los de tipo medioambiental y para la salud de las personas, como de los problemas que puede provocar su puesta en marcha, ya sea en lo que se refiere a asuntos de gestión o bien a su integración en la ciudad y su aceptación por los ciudadanos.

Quizá decepcione saber que, como se constata en el informe, por el momento el aumento del uso de la bicicleta no está incidiendo en una reducción del uso del coche privado, ni por lo tanto está haciendo que descienda la contaminación ni que mejore la calidad del aire: los nuevos ciclistas proceden más bien del grupo de los peatones y de los usuarios del transporte público. Sin embargo, el éxito de estos sistemas de bicicletas y su rápido crecimiento e implantación nos dan un indicio esperanzador respecto a las nuevas tendencias en el transporte urbano, que pueden contribuir en un futuro cercano a mejorar el medio ambiente de las ciudades, con todo lo que ello significa en términos de salud y de calidad de vida.

Este estudio se encuentra disponible en el CDAMA para su consulta y préstamo. Otros documentos sobre movilidad sostenible son los siguientes:

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