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Mejor ciudad, mejor vida

‘Mejor ciudad, mejor vida’

Las ciudades y zonas urbanas, que ya acogen a la mayor parte de la humanidad y están en el origen de graves problemas medioambientales, son a la vez en este momento la fuente de la que pueden venir muchas soluciones. Esta idea es la que viene a recordarnos un año más, junto a otros aspectos del desarrollo urbano, el Día Mundial de las Ciudades, que se celebra este 31 de octubre bajo el lema ‘Mejor ciudad, mejor vida’ y que pone el foco en la necesidad de empezar a adaptar las ciudades a los primeros efectos del cambio climático.

Pero la adaptación de las ciudades para convertirse en entornos más ecológicos y saludables debe ir mucho más allá. En su último libro, Naturalmente urbano, el escritor Gabi Martínez se propone dar a conocer el concepto de ‘supermanzana’, una idea surgida y aplicada en los últimos años que trata de reducir la presencia del tráfico rodado en las calles para dejar más espacio, no ya al peatón, sino a una vida urbana de escala más humana.

Como cuenta Gabi Martínez, fue el biólogo Salvador Rueda quien, a partir de su dedicación profesional al medio ambiente urbano e inspirado por la cuadrícula del ensanche barcelonés, ideó la ‘supermanzana’ como una forma de redirigir el tráfico por ejes externos y dejar libres para el peatón y para las actividades ciudadanas las calles interiores. Martínez muestra cómo, además de reducir la contaminación atmosférica y el siempre subestimado daño que produce el ruido, las supermanzanas pueden contribuir a mejorar la vida y la salud de las personas.

Y es que las ciudades admiten ser estudiadas casi desde cualquier punto de vista, como prueba la investigadora Carolyn Steel, que en Ciudades hambrientas: cómo el alimento moldea nuestras vidas, adopta el tema de la alimentación de sus habitantes para mostrar las enormes implicaciones ambientales que tiene esta cuestión, influyendo poderosamente en la historia urbana hasta llegar a nuestros días.

Partiendo de la habitual ignorancia que los urbanitas manifiestan sobre el origen de la comida que consumen y sobre el modo de producirla (normalmente mediante explotaciones agrícolas y ganaderas alejadas de la ciudad), la autora hace un repaso histórico cargado de anécdotas sobre el abastecimiento de alimentos a las grandes ciudades de Occidente. Además, da numerosos detalles sobre el funcionamiento de la industria alimentaria moderna, un conglomerado insostenible que daña la naturaleza y que deja su huella hasta en la misma urbanización del territorio.

Por último, una obra que puede ayudar a los más jóvenes a conocer la problemática de las ciudades en su dimensión ambiental y social es La ciudad: una mirada ecosocial e interdisciplinar, editada por FUHEM. Dirigida al alumnado de 2º de ESO, estamos ante un cuadernillo de actividades en el que se tratan asuntos variados de la vida urbana adaptándolos a las diferentes materias académicas: geografía, lengua, matemáticas, inglés…

Entre las actividades de temática ambiental encontramos referencias a cuestiones como el cambio climático, las fuentes de energía, la movilidad, el consumismo o la contaminación. Este cuaderno puede ayudar a los alumnos, con el apoyo de los educadores, a reflexionar sobre las ciudades en las que viven y a actuar para mejorarlas.

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