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Pobreza energética frente a derroche: dos polos del problema de la energía

Pobreza energética frente a derroche: dos polos del problema de la energía

De nuevo este año celebramos la Semana de lucha contra la pobreza energética, un problema que sigue afectando a millones de personas y tiene ramificaciones tanto en el plano de la política social como en el del sector energético, en especial en lo que tiene que ver con el mercado de la energía y con sus costes.

La Asociación de Ciencias Ambientales realiza un seguimiento de este asunto desde hace ya varios años. Su último informe sobre el estado de la cuestión es Pobreza energética en España 2018: hacia un sistema de indicadores y una estrategia de actuación estatal. En él calcula el número de personas y hogares que se estarían viendo afectados, y analiza las medidas que se pueden llevar a cabo o que ya lo están siendo, como el bono social eléctrico, que según los autores no está llegando a la población que más lo necesita.

Otro informe, De la vulnerabilidad energética al derecho a la energía, de Ecologistas en Acción, analiza el marco jurídico relacionado con el acceso a la energía y plantea un nuevo ‘derecho a la energía’ que acabe con las situaciones de desprotección.

Las iniciativas para ayudar a quienes sufren pobreza energética combinan varias medidas, como corresponde a la complejidad del problema. El proyecto Ni un hogar sin energía facilita todo tipo de recursos, incluida información sobre ayudas públicas o un sencillo autodiagnóstico que permite encontrar modos de ahorrar energía en el hogar.

No obstante, la educación en el ahorro energético sobrepasa hoy la urgencia social para ser también una urgencia medioambiental. En el otro extremo de la pobreza energética, el consumo excesivo de energía que hace el conjunto de la sociedad ha llegado a un punto en el que su reducción es una necesidad crucial para luchar contra el cambio climático. Y de nuevo podemos empezar por los hogares, donde ya hace tiempo que disponemos de guías y consejos para ahorrar.

Sin importar cuánta energía podamos pagar, el ahorro de la misma debe estar presente en todos los sectores y ser la base de cualquier actividad. Dos publicaciones técnicas que realizan propuestas en ese sentido son, por un lado, Ahorro de energía en el diseño de edificios: problemas resueltos de ahorro de energía, donde se explica de forma práctica cómo diseñar sistemas de calefacción, ventilación, electricidad o iluminación de forma que consuman la menor cantidad de energía posible.

Por otro lado, el libro de AENOR Gestión de la eficiencia energética: cálculo del consumo, indicadores y mejora, es una herramienta para que todo tipo de organizaciones puedan reducir al mínimo su consumo energético. Explica qué se requiere para implantar un sistema de gestión de la energía y cómo se debe realizar una auditoría energética, e incluye su aplicación a varios casos prácticos en los que se hace un análisis de empresas, edificios o servicios concretos.

Obras recomendadas:

Recursos web:

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