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Redescubrir las plantas

Redescubrir las plantas

Al pensar en la naturaleza, es casi inevitable que nos vengan a la mente imágenes llenas de vegetación. Seguramente es a través de las plantas como más fácilmente podemos conectar con el entorno natural, ya sea al encontrarnos rodeados de ellas en pleno campo o bien en pequeños parques y jardines en la ciudad. Y sin embargo, los conocimientos básicos sobre la flora y su utilización ya no forman parte del aprendizaje común, cuando no hace muchas décadas eran necesarios en la vida diaria de los campesinos y de la población en general.

Botánica y mucho más

Un libro divulgativo que se refiere a las plantas como las “grandes olvidadas” y que intenta que dejemos atrás nuestros prejuicios sobre ellas es Eso no estaba en mi libro de Botánica, de la bióloga y divulgadora científica Rosa Porcel. En él nos habla del origen evolutivo de las plantas y de su complejidad biológica, además de mostrarnos sus características más conocidas con una mirada nueva y de descubrirnos otras desconocidas para la mayoría.

Porcel recoge numerosas anécdotas que nos recuerdan que los productos vegetales están presentes en muchos momentos cotidianos sin que seamos conscientes de ello. Y nos explica que las plantas han marcado cientos de acontecimientos históricos y dejado importantes huellas culturales y sociales, desde las pócimas de las brujas y las plantas con efectos terapéuticos hasta el comercio de plantas y flores, que continúa hoy generando grandes beneficios económicos.

Pasear por jardines pintados

Otro libro que también explora la dimensión cultural de las plantas es El jardín del Prado, del jardinero y paisajista Eduardo Barba Gómez, que nos lleva a conocer la representación que se ha hecho de diferentes especies en obras muy conocidas del Museo del Prado. Señalando de nuevo la “ceguera” que experimentamos ante ellas, incluso cuando forman parte de una obra de arte, el autor realiza una amplia selección de pinturas con plantas y no solo comenta las obras en sí, sino que aprovecha para conectarlas con sus propias vivencias y para dar información sobre el cultivo de cada planta o sobre diversas cuestiones botánicas.

Gardenias, higueras, hiedras, claveles, girasoles o lirios son solo algunas de las plantas retratadas en obras de Goya, Tiziano, Fra Angelico, El Bosco o Velázquez, formando un conjunto que, con este libro como guía, puede convertir nuestra próxima visita al Prado en un recorrido por un auténtico jardín.

Plantas de apariencia humilde

Pero para quienes quieran ver plantas en vivo y aprender a reconocerlas, con la ventaja de hacerlo sin siquiera salir al campo, proponemos Botánica cercana: las hierbas comunes de pueblos y ciudades, del paisajista J. Ramón Gómez Fdez. Allí, además de enseñarnos a apreciar esa “flora espontánea” capaz de surgir en los lugares más inhóspitos de las áreas urbanas, describe la biología de muchas de estas especies y el importante papel que, pese a una apariencia humilde, juegan en el buen estado de la biodiversidad y en mejorar la naturaleza urbana.

Se trata de un tipo de plantas que en el pasado tenían la consideración de malas hierbas, pero que gracias a un mejor conocimiento y a la valoración que reciben en la actualidad, pueden ser un elemento importante en las estrategias de renaturalización de nuestras ciudades.

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